Mi pulga adorada,
La primera vez que soñé contigo te imaginé linda, cachetona y negra, negrísima. Todos se preguntaban cómo era posible que papá y yo hubiésemos tenido una niña negra si los dos somos blancos, pero a nosotros nos parecía lo más normal del mundo. De ese sueño no recuerdo nada más.
Tuve otro, antes de que me dijeran que eras una niña, en la que te imaginaba varón y mientras dormía pensaba "uy y será que va a ser varón". Pero no. Yo estaba segura de que serías niñas.
Otra noche vi como sería el parto. Natural, como yo quiero. Recuerdo que en el sueño decía "¿y esto era todo? Que fácil". Luego te ponían en mis brazos y me di cuenta que ya venías con zarcillos. "Qué maravilla", dije yo, "una cosa menos que hay que hacer". En esa misma noche soñé que te daba pecho por primera vez y que aunque estaba preocupada porque me iba a doler, no fue para nada así. Fue natural y divino y ambas nos quedábamos dormidas.
En otra oportunidad volví a soñar con el parto también natural y también muy fácil, pero apenas nacías, me enteraba de que en la clínica en ese momento acababa de morir una niña china. Estaba feliz por tu nacimiento pero muy muy triste por la chinita y su madre, a quién no conocía.
Finalmente, hace cosa de dos días soñé que te llevaban de mí. No sé cómo, no sé dónde estaba, creo que en la clínica, pero cuando le pedía a alguien (probablemente una enfermera) que te trajeran, me decían que no aparecías. Dice papá que me desperté diciendo con voz llorosa "no, no... pulguita..." Probablemente uno de los peores sueños que se pueda tener.
Pero tanto los malos, como los buenos, que son muchos más, son síntomas de una misma enfermedad: las ansias locas de acurrucarte, de olerte, de sentirte, de cargarte, de susurrarte canciones de cuna a la oreja. Vamos, que imaginarte está bien, pero ya quiero tenerte.
Me encanta tu ultimo cmoentario, es que el sentido de pertenencia es indescriptible. Lo malo es que dura poco, ya que los hijos son prestado. Dany
ResponderEliminarque lindo!! re tierno! se de la ansiedad, yo soy recontra ansiosa. pero te aconsejo: disfruta de la panza que despues se extraña mucho!!
ResponderEliminarun abrazo grande =)
Dani toda la razón, una de las verdades más duras de aceptar esa de que los hijos son prestados.
ResponderEliminarPao gracias por visitar el blog y comentar. Claro que sí, estoy disfrutando la panza al máximo porque se que la extrañaré luego. Espero sigamos en contacto,
Un abrazo!